Sigo creyendo que las bodas perfectas existen, aunque haya muchos que están convencidos de lo contrario. Y es que en una celebración de este tipo, la importancia no se concentra en el dinero invertido, sino en la capacidad de generar una experiencia que vaya acorde con la personalidad de los novios. Precisamente por eso, esta vez toca inspirarte con el “sí, acepto” de Tere y Santiago, una pareja divertida, con mucho estilo y, sin duda, con una grandiosa idea sobre cómo diseñar y vivir al máximo el mejor día de sus vidas. Déjate llevar por el vestido de novia, los acentos en la decoración y la mezcla de colores que se fundieron en una misma jornada… en una misma historia de amor. Estoy segura que las fotos de Fernando García ¡te van a encantar!
¿Ya pensaste qué le dará carácter a tu boda? Aunque las tendencias se transforman con el tiempo, lo más elemental es concentrarse en aquello que, para ti y para tu novio, es una prioridad. Tener claro qué buscan para ese gran día les permitirá tener una mejor concepción sobre cómo sorprender a propios y extraños desde el inicio de la ceremonia ¡hasta el último minuto de la recepción! Una locación fascinante y majestuosa, una propuesta inspirada en la geometría, detalles personalizados e inesperados, toques geodésicos… todo esto y más le dio un espíritu inigualable a la boda de Tere y Santiago, y aquí te traigo todos los detalles para que la vivas al máximo.
La novia
Para el gran día, Tere apostó por lucir espectacular con un vestido corte sirena elaborado con bordados de encaje y una falda de tul de seda ¡divina! En el momento de la ceremonia, el look se transformó con un escote de hombros caídos que, con tan solo quitar las mangas, volvía a su forma original de escote corazón. Las opciones en joyería fueron mínimas y muy sutiles, dándole su debido lugar a lo que debía destacar. En el caso del peinado, por ejemplo, ella prefirió un recogido para complementar con un velo de novia de tul estilo catedral. Por su parte, el maquillaje le dio intensidad a su mirada con un smokey eye muy discreto y con un nude lip muy elegante.
El novio
Santiago, por otra parte, decidió inclinarse por un traje de novio clásico en color azul marino. Este lo acompañó con un chaleco de cuadros que marcó la diferencia por completo en su look. La mezcla de estampados tuvo un impacto mayor con la corbata, la cual iba acorde con los colores de su imagen; sin embargo se aderezaba con un sinfín de lunares que le dieron un toque muy cool y original.
La ceremonia
Al aire libre y con muchos invitados, los novios llegaron hasta el altar para dar el “sí, acepto”. Tere hizo que su boda se convirtiera en todo un cuento de hadas al llegar a esta fase en un carro antiguo acompañada de su papá; una vez en el lugar ambos caminaron por un pasillo cubierto de miradas por parte de los invitados y, por supuesto, con un sinfín de flores que se sumaban a la ecuación del lugar. Sonrientes, atentos y con un sinfín de emociones de por medio, esta linda pareja disfrutó de una celebración que los convirtió en esposos con tan solo pronunciar un par de palabras. La ola de sentimientos entre los asistentes era difícil de ignorar, así como las muestras de cariño entre ellos y las miradas de curiosidad que siempre protagonizan los más pequeños. Sin duda, un momento extraordinario.
La recepción
Si algo tengo claro es que una boda debe convertirse en una propuesta visual muy interesante. Para ello, Tere y Santiago se decantaron por una decoración ¡fascinante! El techo del lugar se cubrió con un sinfín de decoraciones geométricas colgantes que, sin duda, marcaron la pauta de estilo en su gran día. Por otra parte, la pista tenía un diseño muy peculiar basado en la tendencia geodésica, haciendo uso de colores como el azul encendido y el púrpura para crear una dinámica de ambientación ¡extraordinaria! La fiesta, sin duda, fue uno de los momentos más esperados por todos, así como el baile de los esposos que dejó boquiabierto a más de uno. La unión y complicidad de esta pareja se convirtieron en elementos por demás inspiradores para quienes compartieron con ellos un día mágico e inolvidable.
No puedes perderte ni un solo momento en la boda de Tere y Santiago. Las fotografías conceptuales de Fernando García siempre son opciones sensacionales para conjugar el arte con las emociones, al tiempo que se muestran aquellos detalles que marcaron la diferencia en este “sí, acepto”.
Fotografía: Fernando García | Segunda cámara: Rodrigo García | Locación: Jardín Villa Serrano y Camino Real Sumiya | Wedding Planner: Beatriz Gutierrez | Catering: Les Croissants | DJ: AR Producciones | Música: Tren a Marte
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