Te ha llegado otra invitación a una boda y ¡sorpresa! Es para la boda de tu ex. Antes de que te rompas la cabeza para decidir si vas o no vas, nosotros te enumeramos las razones de por qué si o por qué no deberías aceptar la invitación.
Ir a la boda
1. Cerrar ciclos
Puede ser el caso que al recordar a tu ex te des cuenta de que su relación fue una buena experiencia que tuvo que llegar a su final. No te arrepientes de haberlo conocido y, al mismo tiempo, te da gusto que él pueda seguir su vida y tú la tuya. Si ese es el caso, ir a la boda puede significar para ti que ya está en el pasado y te alegras de sus caminos separados y del rumbo que su vida está tomando.
2. Los demás te pueden ver guapa y divertida
Seamos realistas, sus amigos y su familia se sorprenderán de que hayas aceptado la invitación. Aquí tienes una oportunidad para lucirte y dejarles claro que tu vida ha seguido su curso, que estás más que feliz y que, con pareja o sin pareja, tú siempre tienes la capacidad de divertirte.
3. Te reencontrarás con amistades del pasado
Si hiciste nuevos amigos gracias a que alguna vez entraste a su círculo social y no los has vuelto a ver, ésta es la oportunidad del reencuentro. Te dará mucho gusto ver a todos y podrás quedar con ellos para volverse a ver. No pierdas detalle de las 12 características de una verdadera amistad.
4. ¿Quién se aburre en una boda?
Desde la comida al baile, asistir a una boda siempre es un placer. Si no tienes novio puedes invitar a un amigo a que te acompañe. ¡No te vas a arrepentir!
No ir a la boda
1. Reencuentros incómodos
Si decides no ir, te ahorrarías tener que saludar por educación a la mamá de tu ex, a su papá, hermanos, primos y de seguro algunos amigos suyos que no piensan bien de ti.
2. Te puede doler
Si te pega ver a tu ex con otra, por más feliz que estés sin él, es mejor cordialmente rechazar la invitación. No quieres llamar la atención de sus invitados con lágrimas de cocodrilo toda la boda, mucho menos con la incomodidad de tu pareja.
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3. La novia
¿Te imaginas sufrir por tener que ir a felicitarla?, ¿crees que le daría mucho gusto verte? Puedes ahorrarte esa incomodidad tanto a ti como ella. Considera que es SU boda, no quieres darle a la novia una razón para pasarla mal en el día más importante de su vida.
Lo que sea que decidas, proponte a ser feliz y tener mente positiva cuando llegue ese día. Al decidir, no permitas que nada te presione para ir o no ir, ¡la decisión es tuya!
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