Hay algo que me mueve todos los días para abrir la computadora y pasar todo el día escribiendo, saboreando y disfrutando de las bodas. Puede ser que el motor se defina a través de la pasión; sin embargo no hay nada tan satisfactorio como el hecho de presenciar historias que se concretan en días en donde todo parece conspirar para generar la más asombrosa perfección. La boda de Karo y Jerry es una de esas que llenan el corazón por su elegancia, el encanto de un destino maravilloso, las panorámicas naturales y la magia que existe entre dos que se unen para siempre. Esta vez te invito a que seas parte del gran día de este par a través de las fotografías de Chio García Photography.
El civil
Los novios se prepararon para llevar a cabo esta ceremonia tan tradicional. Uno de los puntos focales (al menos para mí) fue el vestido que utilizó Karo: un diseño midi, cubierto con encaje, mangas largas y un cuello barco. Como parte del estilismo, nada tan acertado como un recogido sin complicaciones, así como un maquillaje natural que resaltaba la belleza de su sonrisa ¡al instante! Jerry, por otra parte, se decantó por un traje de novio muy elegante en color oscuro con los debidos matices en tonos de plata y púrpura, así como unos increíbles lentes de sol que hacían juego con su look.
Los novios e invitados se dieron cita en la Hacienda Ucazanaztacua, en donde compartieron unos momentos de muchas alegrías y de promesas. Los asistentes no pudieron quitar la mirada de encima de esta pareja, y es que cada uno de sus momentos estuvieron repletos de complicidad, romance y una vibra muy especial.
El gran día
La novia
Ese mismo día se celebró la ceremonia religiosa, para la cual Karo eligió un vestido de novia diferente, un diseño con escote en la espalda estilo cascada, escote en V y un estilo de lo más sencillo. El maquillaje y el peinado de novia se mantuvieron iguales, aunque uno de los acentos fue el ramo de novia, un diseño espectacular con flores diversificadas en color y especie; un bouquet silvestre con tendencia orgánica y follajes que ¡me fascinó por completo! El arreglo de la novia fue de lo más espectacular, sobre todo por la belleza de la locación, la naturaleza rendida ante la atmósfera de una boda que se anunciaba como distinta y de lo más espectacular. Así, en medio de esa sencillez y elegancia, Karo caminó con su padre hasta la iglesia, en donde daría inicio la ceremonia.
La ceremonia
Bajo un rito tradicional, los novios llegaron hasta el altar en un escenario al aire libre para jurarse amor eterno. Cada segundo de esta fase fue único: la decoración con papel picado en color blanco, cruces de cantera que adornaban el lugar, un altar digno de admirarse por horas y, por supuesto, el encanto intrínseco de Pátzcuaro. Con un “sí, acepto” y un sinfín de miradas llenas de complicidad y amor, Karo y Jerry se convirtieron en esposos ante los ojos expectantes y emotivos de todos los invitados. El lazo de follajes y el intercambio de votos fueron dos detalles que me hicieron vibrar por completo, así como el espíritu genuino de esa sonrisa que se sabe ante lo mejor de su vida. ¡Amé!
Al término de la ceremonia, los novios aprovecharon la belleza del lugar para conquistar cada rincón con un amor que se antojaba plagado de ilusión. Entre sonrisas, abrazos y besos románticos, Karo y Jerry se encargaron de llenar todos esos espacios con un dejo de sensaciones irrepetibles.
La recepción
Para celebrar el amor y la unión de estos novios, la recepción estuvo dotada de un despliegue de detalles originales. La entrada de Karo y Jerry fue de lo más divertida, así como cada segundo de una fiesta en la que no faltó la buena vibra y ese espíritu listo para vivir la magia como nunca. La decoración se mantuvo con un estilo orgánico natural y con toques de color, haciendo uso de texturas, maderas y cristalería en toques de azul real para marcar acentos en contraste. Los centros de mesa y todo el concepto floral apostaron por cubrir la misma dinámica estética del ramo de la novia, al tiempo que los indicadores de mesa y los detalles de los invitados se unían a la misma ecuación de estilo.
Los novios e invitados se divirtieron y gozaron como nunca, acompañados de la voz de Fer Casillas, quien se encargó de armonizar cada segundo de esta celebración con una buena dosis de música. Por si fuera poco, no faltaron el primer baile de esposos y, por supuesto, el baile de la novia con su padre: dos momentos auténticamente entregados al presente y con una esencia de ensueño.
En definitiva, una boda que no me dejó indiferente ante nada, y en la cual encontrarás una lluvia de inspiración para crear una celebración ¡100% con tu estilo!
Fotografía: Chio García Photography | Lugar: Hacienda Ucazanaztacua | Concepto floral: Floweriize | Maquillaje: María Ortega | Wedding planner: Banquetes Doña Elodia | Cantante: Fer Casillas
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