“We’ll always have Paris” (Siempre tendremos París) se convirtió en una de las frases más recordadas en el filme Casablanca. Un momento en donde ambos protagonistas recuerdan su historia de amor en un destino lleno de magia. Esta misma idea se traslada a la boda de Vale y Juan Carlos, una celebración digna de un fantástico cuento de hadas, en donde la belleza de Yucatán, la historia y los rincones llenos de color de la locación y, por supuesto, el espíritu de dos novios… ¡Nos conquistó por completo! Desde el principio hasta el fin, esta boda será tu mayor lluvia de inspiración. No dejes de ver las fotografías de Lázaro Casas.
La novia
Para el gran día, Vale apostó por usar dos vestidos de novia. El primero de ellos, ideal para el momento del primer encuentro y la ceremonia religiosa, se trataba de un vestido de novia corte princesa con falda voluminosa, acompañado de un escote ilusión, transparencias, manga larga y aplicaciones de pedrería, así como bordados realizados con encaje. ¿El color? Blanco, por supuesto; un tono tradicional y el predilecto de las mujeres que buscan verse como princesas.
Por otra parte, para la recepción, qué mejor que un vestido de novia corte sirena con escote en V, manga larga y botones en el escote de la espalda. Un diseño sensacional y perfecto para disfrutar de una noche extraordinaria.
Como acentos de su look de novia romántico, Vale se decantó por un recogido de novia, así como por un velo de novia estilo catedral y un par de pendientes largos. Un ramo de novia estilo cascada con follajes y flores en tono crudo fue ideal para armonizar con su imagen.
El novio
Juan Carlos, por su parte, utilizó un elegante traje de novio estilo frac, mismo que acompañó con una camisa protocolaria de cuello de paloma, así como por el boutonniere, un diseño que combinaba a la perfección con el ramo de su chica.
La ceremonia
Debido al estilo tradicional de esta boda mágica, la ceremonia religiosa fue clásica y en un recinto que, sin duda, reflejaba aún más el toque majestuoso de cada uno de sus detalles. La iglesia se distinguía por sus decoraciones, así como por los acabados de su misma construcción y un retablo sensacional para ser el marco del “Sí, acepto” de Vale y Juan Carlos.
Los novios llegaron del brazo de sus padres hasta el altar, en una celebración en donde las emociones no se hicieron esperar. Ambos no podían ocultar la felicidad de convertirse en recién casados, y a través del intercambio de votos y símbolos, sellaron ese amor ¡para la eternidad! Sin duda, cada segundo de este momento fue muy especial y tanto los novios como los asistentes disfrutaron de esta ceremonia ¡al máximo!
La recepción
En un ambiente de ensueño, los novios llegaron al lugar en el que habrían de celebrar su nueva unión y un capítulo único de su historia de amor. La Hacienda San Diego Cutz fue la locación ideal para cumplir con todos los esquemas y las expectativas de Vale y Juan Carlos.
Después de hacer una entrada triunfal y de disfrutar su primer baile de esposos, los novios e invitados no sólo disfrutaron de una cena maravillosa y envuelta en una atmósfera de cuento, sino que también dejaron volar la imaginación para divertirse a lo grande y bailar toda la noche. No faltó el momento del lanzamiento del ramo, en donde todas las chicas se reunieron para ser las afortunadas de tener esa pieza tan valiosa y con tanto significado.
Sin duda, esta boda la podríamos admirar ¡por días enteros! Si quieres una celebración así de hermosa, no dejes de ver: Te amo más que a mi propia piel: La boda de Whitney y Carlos, Los 10 momentos más emotivos de una boda que te harán vibrar y 65 cosas que puedes hacer antes y durante tu boda.
Fotografía: Lázaro Casas | Segunda cámara: Cristy Flores | Locación: Hacienda San Diego Cutz | Wedding planner: Touché Eventos | Maquillaje: Yasser Rego Makeup Artist | Vestido de novia: Alexei Quintal Wedding Dress Designer
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