No es muy común que en México las novias se decanten por una mantilla el día de su boda en vez del llevar el tradicional velo, ya que es una costumbre española, es más me atrevo a decir que muy castellana. Para que te veas perfecta, te cuento cómo usar este accesorio con estilo puro. Toma nota.
Pero si es tu caso y estás pensando en que forme parte de tu look de novia ya sea por tradición familiar o por simple gusto, hay ciertos puntos que tienes que tener en cuenta si quieres irradiar ese toque de elegancia. Eso sí, sin dejar a un lado lo que dicta el protocolo al respecto.
1.- Empecemos por el vestido con el que vamos a combinarla: debe ser lo más sencillo posible, sin muchas texturas porque lo que debe resaltar es la mantilla y nada más.
2.- Evitar los escotes pronunciados, la manga por excelencia sería la francesa (o tres cuartos), incluso manga larga si no es el caso evitar los hombros descubiertos a toda costa.
3.- La mantilla se sujeta encima de un buen recogido y una peineta, son el dúo perfecto para tu estilismo.
4.- Existen dos tipos: las de blonda y Chantilly, éstas últimas forman un solo tejido: el tul y el bordado. En las primeras, el dibujo va bordado sobre el tul.
Es posible que estas normas te suenen poco flexibles, pero si decides llevarla el día de tu boda habrá que hacerlo con el protocolo correspondiente, de lo contrario puedes lograr el efecto contrario. Recuerda que lo más importante es lucir una armonía en tu estilismo de novia.
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Fotos de Sandra Aberg, Josh Elliott, Abby Jiu Photography, Christian Oth Studio y Jillian Mitchell vía Style Me Pretty
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