El huracán Harvey es considerado como el peor desastre natural que ha golpeado al estado de Texas, Estados Unidos. Hoy en día, el fenómeno sigue dando de qué hablar con malas noticias para los ciudadanos de dicho estado así como el de Luisiana. Miles de personas se han quedado sin nada; han perdido sus hogares y muchos apenas comienzan a hacer el recuento de los daños. Este es el caso de Michael, quien entre los restos de su casa ha recuperado algo de gran valor: su anillo de boda.
El huracán comenzó a hacer de las suyas el 17 de agosto sobre el caribe oriental y a pesar de que en los días siguientes se degradó de manera considerable, alcanzó una segunda etapa que liberó su verdadero potencial, llegando a la categoría 4 cuando pasaba sobre Texas el 24 de agosto. Este desafortunado fenómeno se convirtió en tormenta tropical, propiciando una fuerte lluvia fuera de lo habitual, razón por la cual comenzara la inundación en gran parte del estado. A partir de ese momento, las consecuencias han sido terroríficas.
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Miles de habitantes, tanto de Texas como de Luisiana han quedado sin nada, de hecho, muchos han tenido que dejar hasta sus efectos personales para poder sobrevivir. Casas destruidas y cubiertas completamente por el agua. Ante esta situación el apoyo institucional así como ciudadano ha superado las expectativas; por lo que la esperanza de una recuperación futura se vuelve cade vez más fuerte.
Sí, como seguramente ya habrás visto en distintos medios de comunicación, el apoyo ha sido masivo; de hecho, el gobierno mexicano ha mandado brigadas de ayuda al país vecino. El presidente Trump también ha visitado la “zona cero” junto con Melania, su esposa, dando ánimo a tanto esfuerzo en conjunto: “A pesar de lo duro que ha sido todo, está ocurriendo algo maravilloso. Algo hermoso que el país entero, que el mundo, puede ver”, dijo el presidente de EEUU.
En medio del desastre, Michael ha sido un hombre afortunado no sólo con su ejemplo de valor de la familia y del amor sobre los efectos materiales. Cuando estaba buscando entre los restos de su casa, el hombre encontró nada más y nada menos que su anillo de boda; definitivamente uno de los tesoros más grandes que guardaba. La ropa, los muebles y un gran número de objetos personales flotan en el agua en medio de la calle, pero Michael asegura que todas las cosas materiales pueden remplazarse, pero que lo que verdaderamente importa es que su familia está sana y salva.
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A pesar de todo, los damnificados continúan pidiendo ayuda para poder tener una pronta reparación de todos los daños, no sólo materiales sino también emocionales. Así que mientras las distintas instituciones continúan trabajando para poder restablecer las zonas inundadas, poco a poco, todo comienza a regresar a la normalidad, aunque sí, aún hay mucha ayuda que ofrecer a las víctimas de dicho desastre.
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