• Magazine
  • El mejor espectáculo de color: La boda de Karen y Pepe en Oaxaca

El mejor espectáculo de color: La boda de Karen y Pepe en Oaxaca

Sólo nos resta comentar... Más bodas así, ¡por favor!

  • Real weddings
  • Novia
  • Oaxaca

Si algo tenemos muy claro en Zankyou es que nuestro país está lleno de tradiciones que, en serio, no le piden nada a otras partes del mundo. Precisamente por eso, nos encanta formar parte de celebraciones que no sólo ensalzan la viveza y energía de un país inundado en cultura y tradición, sino que también hacen suyos los rituales de los ancestros que le dieron un giro a la historia nacional. La boda de Karen y Pepe es, en sí misma, un espectáculo de color, un entorno en donde las tonalidades más vivas se apoderan del ambiente, al mismo tiempo que una historia de amor anuncia su infinidad con música, artesanías y un espíritu ¡nunca antes visto! Más bodas así ¡por favor! Te encantarán las fotografías de Uriel Mateos.

guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos

Oaxaca, una tierra de sueños y amor

Publicidad

Nos vamos hasta Oaxaca para ser testigos de esta gran unión. Esta boda apostó por integrar los elementos más representativos del lugar como marco de inspiración estética, de apreciación y, por supuesto, ¡de tendencia! El  día nos lleva hasta la Iglesia de Santo Domingo, una de las grandes maravillas de este lugar. Ahí, los novios y sus invitados se alistaban para darle la bienvenida a los recién casados a una aventura eterna. La estética de este recinto es asombrosa, y es que dentro de este magnífico espacio se conjugan el encanto del color dorado, la geometría y los excesos de la expresión viva del barroco, así como un retablo que inspira con cada centímetro que lo compone. Hasta ahí, al altar, llegaron Karen y Pepe para jurarse amor eterno, para sonreír, unir corazones y disfrutar de los primeros segundos de una eternidad tan esperada.

guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos

Colores y tradiciones… ¡Por igual!

Además de la gran historia de amor que impregnaba de luz y belleza cada rincón de este mágico lugar, uno de los detalles que llamó por completo nuestra atención fue la integración de elementos tradicionales del lugar. La novia, así como sus damas y los padres, lucieron trajes típicos de la región. Los bordados de colores inspirados en la naturaleza, los tejidos naturales y las siluetas holgadas se acompañaron con preciosas coronas de flores y tocados de gran tamaño y, por supuesto, de un vestido de novia que no sólo se distinguía por una confección artesanal en una gama de tonos crudos, sino que también dejaba de manifiesto ese halo de distinción a través de los bordados en oro. Por otra parte, el novio no pudo haber lucido mejor con esa guayabera y una imagen que armonizaba a la perfección con cada detalle de esta boda.

guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos

Un espectáculo 100% mexicano

Después de la ceremonia religiosa, los novios e invitados se dieron cita en la explanada de la iglesia, en donde los tamborinos de una banda regional ya los esperaban, así como los bailes típicos y el zapateado en su mejor versión. Las faldas encontraron su mejor movimiento con cada ritmo de esas melodías y, con una sonrisa en el rostro, tanto la novia como sus invitadas dejaron que, al menos por un momento, la cultura fuera fiel protagonista de esa boda preciosa. Para conocer los rincones más lindos de Oaxaca, nada tan acertado como una callejoneada, misma que se acompañó de buenos toques de mezcal, porque si hay algo cierto es que en esta parte del país el matrimonio, el mezcal y el mole mantienen el mismo valor cultural. 

guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos

Bajo papel picado 

Casa Rocha fue el lugar indicado para que todos los asistentes se dieran cita en la gran recepción de Karen y Pepe. Ahí, un pizarrón con corazones artesanales esperaba a todos para que le dejaran un mensaje de amor a los recién casados. Por supuesto, la decoración de lugar fue fascinante ¡en todo sentido! Los montajes de las mesas se adoraron con centros de mesa con bases de mimbre y especies naturales en tonos que iban desde el púrpura, hasta el rojo carmín. Las texturas naturales fueron un común denominador en la inspiración de esta boda, incluso en el lazo de mecate que rodeaba un extraordinario naked cake aderezado con frutos rojos. Vasijas de colores pintadas a mano y elementos de tintes religiosos conformaron el diseño de una mesa de postres ¡excepcional! La pista de baile brillaba a la distancia por estar acompañada de un marco de papel picado en color rosado… ¡Todo un deleite!

Un viaje en el tiempo

Como parte de las bodas en Oaxaca, una de las tradiciones más curiosas es cuando se rompen los jarritos, y es que no sólo los griegos tienen la oportunidad de quebrar una buena vajilla. Aquí, todos los invitados avientan estas vasijas a los pies de los novios, después de haberles dado dinero para iniciar con el pie derecho su matrimonio. ¡Un momento que nos quedará grabado para siempre!

guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos
guardarFoto: Uriel Mateos
Foto: Uriel Mateos

Si hay algo cierto es que, definitivamente, no puedes perder ni un sólo detalle de esta boda tradicional. Si quieres más inspiración para el gran día, también te recomendamos: Hasta el infinito y más: La boda de Katie y James, Eres la mejor realidad: La boda de Gisella y Otto y Bajo nuestras propias reglas: La boda de Citlali y Oscar

Fotografía: Uriel Mateos | Iglesia: Iglesia de Santo Domingo | Locación: Casa Rocha | Wedding planner: Alan Armengol | Decoración: Víctor Amador

Selecciona a los proveedores que quieres contactar

Publicidad

Entérate antes que nadie de lo último en tendencias para bodas

Suscríbete a nuestra newsletter

Comentarios (2)

Escribe tu opinión

Mesa de Regalos Zankyou. ¡Recibe el 100% de tus regalos en dinero a tu cuenta!