El día que el fotógrafo de mi boda me estafó. ¡Que no te pase a ti también!

Te voy a contar cómo fue el día que mi fotógrafo de boda me estafó y qué puedes hacer tú para evitar una situación como esta. ¡Toma nota para que no te pase a ti!

El día que el fotógrafo de mi boda me estafó. ¡Que no te pase a ti también!
Foto: Freestocks Org
  • Planear la boda
  • Novios

Cuando a una chica le dan el anillo de compromiso, comienza para ella una etapa maravillosa que puede ser emocionante y estresante a partes iguales. Todas las chicas hemos soñado con nuestra boda alguna vez y por supuesto, todas deseamos que nuestro gran día sea simplemente perfecto. Pero ¿qué pasaría si de repente resultaras estafada por algún “proveedor” que contrataste? ¿o si al recibir un servicio para tu boda, éste resultara no ser en absoluto lo que te vendieron? Pues esto me pasó a mi en mi gran día y no hay forma de describir la decepción y el coraje que te invaden cuando te sientes estafada. 

Publicidad

Así que en este post te voy a contar cómo fue el día que mi fotógrafo de boda me estafó, para que no te pase a ti también. ¡Toma nota y evita cometer los mismos errores que cometí!

guardar
Foto: Mari Lezhava

Comencé a planear mi boda con toda la emoción que puede sentir alguien que lleva años soñando con ese día, desde que recibí el anillo pensé en cómo quería que fueran mis fotos de la boda, qué escenario sería perfecto para  las fotos y hasta qué peinado iba a llevar para salir perfecta -en ese momento tenía el cabello muy muy corto y mi sueño era llevar un recogido con un tocado-, así que me dejé crecer el cabello, me metí a hacer ejercicio como quien se entrena para las olimpiadas y busqué uno de los lugares más bellos de México para realizar mi boda, la playa de Cancún. Todo iba de maravilla, en un par de meses encontré al fotógrafo perfecto para mi gran día, me enamoré de su trabajo, de sus fotos, de la manera como captaba la luz en cada imagen, me pasé horas y horas analizando las escenas que congelaba con sus fotografías. Así que lo contacté, le conté que me había convertido en su fan número 1, concertamos una cita para la cuál mi prometido y yo viajamos a Cancún, solo para conocerlo y prácticamente dejar apartada la fecha de nuestra boda.

“Nos contactó para decirnos que había reservado la misma fecha para dos bodas…”

Decidimos darle un adelanto por su trabajo, por la mitad del precio final. Yo estaba en las nubes,  se cumplía mi sueño de tener al fotógrafo que yo quería para mi gran día, hasta que un día, 2 meses antes de la boda, el fotógrafo nos contacta para decirnos que lo sentía mucho pero que sin darse cuenta había reservado la misma fecha para dos bodas y que no podía asistir a la nuestra ni hacer nuestras fotos.

guardar
Foto: Gade Photography

La decepción fue enorme, yo había soñado con las preciosas fotografías que tendría en mis manos después de la boda. Por supuesto le exigimos una solución y lo que nos ofreció fue algo que jamás debimos aceptar.

“-el día de tu boda- Por momentos te sientes como un maniquí al que todos observan y que solo se deja llevar”. 

Su solución mágica fue enviarnos a su mano derecha, alguien con quien supuestamente él trabajaba mano a mano en cada evento. Nosotros con el stress y la desesperación, aceptamos. Teníamos la fecha encima y ningún fotógrafo estaría disponible con tan poco tiempo de antelación.

Llegó el gran día, el fotógrafo se presentó directamente en la iglesia y comenzó a tomar fotografías de todos los ángulos. Nosotros estábamos en un estado de emoción máxima, sé que aún no han pasado por ahí, pero el día de tu boda te sientes flotar, es como si todo sucediera en un abrir y cerrar de ojos y al mismo tiempo como si vieras la escena en cámara lenta. Por momentos te sientes como un maniquí al que todos observan y que solo se deja llevar.

guardar
Foto: James Bold

“Las poses eran cada vez más raras, más incómodas”

Así que nosotros nos dejamos llevar por el fotógrafo, confiamos en él. Después de la ceremonia vino la sesión con la familia, cada miembro de nuestra familia pasaba uno a uno a hacerse fotos con nosotros por orden del fotógrafo y nosotros ahí parados, inamovibles, sin voluntad, sin saber si estábamos de acuerdo o no con esas fotos. Poco después llegó la sesión de la boda, el gran momento que siempre soñé, el fotógrafo comenzó a dirigirnos, las poses cada vez eran más raras, más “creativas”, más incómodas. Y nosotros, una vez más, solo nos dejamos guiar.

Podrías pensar, ¿por qué no dijeron nada? ¿por qué no tomaron el control? Pero créeme, en ese momento tú estás en el éxtasis de unir tu vida a la de tu gran amor. No te acuerdas ni de cuál es tu lado bueno para las fotos.

guardar
Foto: Sweet Ice Cream Photography

No quiero hacer una historia trágica y llena de altibajos, basta con decirles lo que sucedió al finalizar la boda.

“caras sudorosas, fotos borrosas, cada grano y cada ojera de mi cara…

…lloré, lloré hasta que se me acabaron las lágrimas”

Al otro día de la fiesta, pagamos la otra mitad del servicio, tal y como lo establecía el contrato. Pasaron 3 o 4 meses y aún no recibíamos nada, ni un adelanto, ni las típicas 5 fotos, de edición rápida, que compartes en todas tus redes sociales, NADA. Mientras tanto nosotros, desesperados, llamamos por teléfono, mandamos mails, contactamos por redes sociales y nada. Al llegar el quinto mes, recibimos un archivo enorme por parte de nuestro fotógrafo original, aquél de cuyas fotografías me había enamorado. Desesperada y emocionada abrí el archivo y ahí estaban una a una, las 1283 fotografías sin editar, en bruto, incluyendo tomas malas, caras sudorosas, poses ridículas, cada grano y cada ojera de mi cara y las de mis damas de honor, gente viendo al infinito, fotos de la cena sin luz y fotos borrosas desde todos los ángulos. No hay forma de describirles la decepción y la tristeza que me invadió en ese momento, ahí estaban mis fotos de boda soñadas, hechas un desastre prácticamente irrecuperable. Lloré. Lloré hasta que se me acabaron las lágrimas e inmediatamente después, llegó el coraje. ¡Me sentí estafada! ¡Me habían visto la cara de tonta! ¡Y yo dejé que me la vieran!

guardar
Foto: Andrii Podilnyk

Contacté al fotógrafo al que yo le había pagado, le reclamé que después de 5 meses no hubiera hecho el esfuerzo de abrir los archivos y ver que me estaba enviando un trabajo ridículo. Me escuchó tan mal, que confesó que él en realidad no trabajaba con ese fotógrafo que nos había enviado, que recomendarlo fue una solución rápida para no perder nuestra fecha y nos ofreció hacer él mismo la edición de todas las fotografías de la boda. Aceptamos de nuevo, no nos quedaba de otra. Comenzó una vez más la espera, pasaron los días, las semanas, los meses, más de 8 meses y no teníamos nada.

Terminaré esta historia diciéndoles que volvimos a Cancún después de un año para celebrar nuestro aniversario, el fotógrafo vio en facebook que estábamos de vuelta y nos contactó. Justo el día de nuestro primer aniversario como esposos, recibimos como regalo, nuestras fotos de la boda…

guardar
Foto: Freestocks Org

¿Qué falló?

Nunca debimos aceptar su propuesta. Si te enamoras del trabajo de un fotógrafo y te manda a otro ¿qué estás pagando? ¿su trabajo, su experiencia y su arte o la de otro que ni siquiera conoces, ni has visto lo que hace? Si no quieres que te pase algo así, no debes aceptar que te manden a alguien que no sea quien tú contrataste y menos por el mismo precio. Es mejor buscar otra solución, buscar a alguien que realmente te inspire confianza, alguien que aunque no sea quien tú deseabas, tenga un trabajo de calidad.

¿Cómo evitar la estafa?

La mejor manera de evitar algo así, es firmando un contrato perfectamente detallado aunque confíes en tu fotógrafo. Nuestro contrato no incluía, por ejemplo, el supuesto de que él no pudiera presentarse o el posible reembolso del dinero en caso de la cancelación de la fecha. Lo mejor es pensar en el peor escenario posible y a partir de ahí redactar las clausulas del contrato. Además de esto debes asegurarte de tener buenas referencias de todos los profesionales que contratas para tu boda, ver las reviews en internet y contratar solo a verdaderos profesionales de boda como los que puedes encontrar en el directorio de nuestra web.

¿Cuál es el último recurso?

Lo ideas sería nunca llegar al último recurso, tener siempre un as bajo la manga, pero cuando se trata de un evento tan importante, es imposible prever todas las situaciones. Si tuvieras que llegar a tu último recurso yo te aconsejaría que contactaras a todos los fotógrafos que conozcas y de los cuáles te atraiga su trabajo, en el mundo de las bodas suele haber cancelaciones y nunca sabes si tendrás suerte y conseguirás a otro igual de bueno.

La única moraleja que esto puede dejar es que siempre debes asegurarte de contratar a alguien profesional, serio y honesto. Alguien que pueda demostrar su trayectoria y que te de la seguridad de que tendrás el mejor trabajo posible. Y si llegas a verte envuelta en una situación desesperada, debes conservar la calma, pensar con cabeza fría, siempre hay una solución, pero solo la verás si no entras en pánico.

También te puede interesar:

Cómo elegir al fotógrafo de tu boda. 5 tips para contratar al mejor

Publicidad

Entérate antes que nadie de lo último en tendencias para bodas

Suscríbete a nuestra newsletter

Escribe tu opinión

Mesa de Regalos Zankyou. ¡Recibe el 100% de tus regalos en dinero a tu cuenta!