Hay historias que no necesitan contar con testigos, que se cuentan solas, con la mirada de ambos protagonistas como única prueba de amor. Ejemplo de estas historias es la boda de Arely y Jonathan, quienes decidieron unir sus vidas con el atardecer como único testigo de este bello momento.
La novia
Con un delicado vestido de novia de diseño entallado de corte sirena en encaje y finas aplicaciones esta novia decidió dar el sí a su mejor amigo. El diseño del corset con transparencia en la espalda, dejaba entrever un escote delicado y sutil. El peinado de novia, un sencillo recogido en la nuca adornado por una finísima guirnalda de cristales. Y fue el maquillaje el gran protagonista de este estilismo, con ojos smokey y largas pestañas que enmarcaban su mirada, además de labios en color rosa que realzaron la forma de sus labios.
El novio
Para la ocasión Jonathan eligió un traje de novio sobrio, de color negro con una elegante de corbata de moño, camisa blanca. Como accesorios de novio, un par de elegantes mancuernillas, un boutonniere de clavel blanco en la solapa del saco y zapatos de piel negros.
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