Todos dicen que cuando vas a vivir con tu pareja muchas cosas cambian pero, ¿te has puesto a pensar en qué cambios sufre tu cuerpo en esta situación? Un grupo de investigadores de la Universidad de Waterloo, en Canadá ha realizado un estudio que afirma que irte a vivir con tu pareja provoca cambios drásticos en tu cuerpo y sobre todo en tu metabolismo, ¿quieres saber cuáles? ¡Aquí te lo contamos!
Los expertos aseguran que algunos de los cambios son imperceptibles pues se producen sobre todo en la piel y en las bacterias que ésta alberga. Seamos realistas, mudarte a vivir con alguien, significa que compartirán, casa, baño y hasta cama. Esto se traduce también en compartir bacterias.
Y es que esto es inevitable, todos perdemos cabello y piel muerta a lo largo del día, además no hay que olvidar que cuando entremos en confianza seguramente caminaremos descalzos por la casa y trasladaremos el polvo de un rincón a otro. El estudio concluye que debido a ésto, las manos y los pies son los más propensos a presentar distintos síntomas de resequedad o enfermedades de la piel. Por no mencionar los cambios que sufrirá la piel de tu rostro, debido al cambio de hábitos, de cremas, o de agua. A muchas de nosotras un pequeño cambio puede provocarnos granitos o hasta acné.
Esto por supuesto no lo decimos para espantarte, al contrario, te lo contamos para ayudarte a prevenir o a comprender ciertos cambios que probablemente no sabías de donde surgían. Debemos ser conscientes de que la piel es el órgano más grande del cuerpo, y funciona como una especie de barrera protectora entre el organismo humano y el ambiente que lo rodea. La piel se divide en tres capas de tejido: epidermis, dermis e hipodermis. Es la epidermis, la capa más expuesta al entorno, y es también la encargada de proteger al cuerpo de los microorganismos que provocan las enfermedades. Por esta razón este estudio se centra mucho más en ella.
Hay que tomar en cuenta también los cambios que sufre el metabolismo debido a los cambios de horarios o a esos pequeños enojos que provocan nervios y stress, o el hecho de que subas de peso como le pasa a la mayoría de las parejas, gracias a que quieren consentirse y mimarse, por lo que se dan “gustos” más frecuentemente que de solteros. A pesar de todos estos cambios, comenzar a vivir en pareja es una de las etapas más bonitas que van a experimentar, por eso no queda más que ¡aprovecharla al máximo!
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