Podríamos asegurar que las joyas y los relojes marcan el liderazgo en aquellos accesorios que, sin mucho esfuerzo, realzan la belleza y el estilo de hombres y mujeres por igual. Sin duda alguna, estas piezas se ensalzan como el epítome de la elegancia y de esos detalles que, con base en su esencia atemporal, permanecen en el tiempo para convertirse en verdaderas obras de arte en el vestir. Esta vez, las firmas Omega y Suárez se toman de la mano para presentar sus diseños más exclusivos, mismos que podrás lucir en una boda para cautivar miradas al instante. ¿El secreto? La sencillez y máximo glamour.
Permanencia en el tiempo
Y es que ¿qué sería de un estilismo para hombre sin un buen reloj? Este accesorio, más que marcar el tiempo exacto, deja de manifiesto la seguridad de quien lo porta. En esta ocasión una pieza revestida con un zafiro, una esfera en todo azul que se conjuga a la perfección con el significado del mineral y la intensidad de su tono. Ideal para darle una redefinición al look masculino. Omega nos sorprende con esta colección de tintes deportivos, llamada Speedmaster, por medio de la cual podemos conocer de frente Moonphase, una pieza hecha para hombres seguros de sí mismos y con una pasión por el atletismo, que saben lo que quieren y lo persiguen. Como pilares de su personalidad, la sensibilidad y sofisticación hacen la mejor mancuerna.
Y, ¿quién dijo que los accesorios estaban limitados al look de los hombres? Porque las mujeres también estamos en busca de una pieza que nos haga brillar y que, al mismo tiempo, se una en perfecta armonía con nuestra personalidad, nada como esta pieza. El diseño se basa en la perfecta sintonía del nácar banco y el oro amarillo, haciendo a su vez una suma de diseño perfecto y con elegancia como estandarte. Omega refleja su gusto por las mujeres a través de Ladymatic, una pieza de la colección De Ville, misma que se nutre con diamantes y muestras de oro que dejarían boquiabierta a cualquiera. El acero conforma lo mejor del estilo, todo gracias a una circunferencia que refuerza el espíritu clásico de su diseño, sin dejar de lado la propuesta tecnológica que ha diferenciado a la marca. Sin duda, un reloj que conjuga lo mejor de dos mundos: tradición y sofisticación.
Podríamos asegurar que Globemaster es, sin lugar a dudas, la pieza estrella de la colección Constellation; una apuesta estética que nos lleva en un viaje místico para conocer galaxias lejanas, constelaciones y estrellas en un cielo azul petróleo. Todo gracias a Master Chronometer. La esfera es estilo “Pie Pan”, se acompaña con tintes de gamas de grises y, a su vez, suma su efecto con los toques perfectos de bronce con el fin de crear la ecuación de estilo ideal. Este reloj es la muestra del poder y del buen gusto, siempre con una personalidad que añada distinción a quien lo lleve en su muñeca. Una pieza que podría convertirse en una verdadera obra de arte del tiempo.
Oro y piedras preciosas… La ecuación de máximo estilo
Lo realmente esencial está en imaginar a una pareja que mantenga la unión en una armonía perfecta. Además de unirse a través de un estilo común, utilizan una misma melodía para conjugar sus personalidades. La mejor forma de hacerlo es a través de unas alianzas en oro amarillo de Joyería Suárez, ideales para brillar con luz propia y dejar de manifiesto el poder del amor.
Si hay algo verdaderamente encantador es el significado que esconde la alianza, una pieza que simboliza el inicio de un nuevo camino, un capítulo que se empieza a escribir con pocas líneas, pero que no tiene un final; un diseño que muestra la eternidad materializada. El anillo de oro blanco y zafiro intenso, de Joyería Suárez, nos recuerdan a la profundidad del océano y a esa mezcla de colores que se hacen visibles con el choque de las olas. La riviere de diamantes se conjuga a la perfección con ese vestido en azul real, de Dresseos.
Una oda al azul
Por supuesto que no se puede dejar de lado el protagonismo innegable que tiene el azul en este viaje de amor. Su significado y la naturalidad de su esencia se reflejan en un entorno en donde reina la felicidad, la eternidad y un buen ambiente. Los complementos se eligen en este color para dotar de armonía y un estilo perfecto la chispa entre ellos, y es que además de las joyas, ¿qué sería de un buen estilismo sin los componentes claves? Ella, en un vestido de Dresseos, un diseño que se conjuga con el oro blanco y zapatos plateados de LODI. Él, por otra parte, hace de la elegancia su centro clave para apostar por un look de Protocolo que lo viste de pies a cabeza; siempre manteniendo la sobriedad como emblema. Juntos son, sin duda, la mejor declaración de estilo.
El toque último
Y para resaltar lo mejor de la belleza natural, sobre todo en las pieles nacaradas, la solución está en el uso del oro blanco en los pendientes, mismos que se encargan de ensalzar la elegancia en su imagen. El refuerzo proviene de los diamantes que, además de hacerse presentes con un brillo innegable, también realzan el espectro de color visto en las prendas. La armonía que se forma en los escenarios al natural, acompañados de las flores y ese verde inconfundible, son ingredientes claves para conformar una gama de colores que se precie de ser única.
Las parejas se entienden desde lo más superficial hasta lo más profundo. Cuando enlazan a todos los niveles, el sentimiento que les da vida es mucho más verdadero. Al final, cuando todo se ha cumplido, lo mejor es bailar. Bailar y reír. Eso siempre.
Las joyas de Suárez y los relojes Omega son, sin lugar a dudas, los complementos clave que enmarcarán el significado de esos momentos importantes, de aquellos segundos que nos roban el aliento y de esas escenas en donde el universo se detiene para ser testigo de un amor que ilumine por completo. Nada como una historia de encanto que brille con luz propia.
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