Muchas veces hemos escuchado a la gente hablar acerca de cuál es la edad ideal para casarnos, ¿Veinte, veinticinco, treinta años? Pero la verdad es que, como todo en la vida, es un proceso totalmente personal y una decisión que no debe ser tomada bajo presión. Cada cabeza es un mundo y cada persona tiene una historia diferente. Los tiempos de cada uno son perfectos para cada uno y para nadie más, así que si estás en la maravillosa edad de los 30 o algo más, no creas que “te ha dejado el tren” o que te vas a quedar a “vestir santos”, a continuación te contamos por qué los 30 son los nuevos 20 para casarte.
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Casarte después de los 30
La sociedad nos ha sugerido una edad para casarnos, y si la tuya llega a superar los 30, entonces es porque ¡te dejó el tren!, ¿no te lo han dicho? Pero la realidad es que esto es totalmente relativo; finalmente eres tú quien escoge el tiempo ideal. Sin embargo, debemos escuchar los consejos y leer las investigaciones que grandes personalidades han hecho. Nicholas Wolfinger, sociólogo de la universidad de Utah investigó y concluyó que la edad ideal para caminar al altar son ¡los 32!
Para salir de dudas, hablamos con algunas parejas que se han casado a esa edad, y sacamos 9 ventajas de casarse después de los 30, así que ¡Toma nota!
1. Tienes mucha más experiencia
Todos sabemos lo importante y valiosa que es la experiencia en la vida; por esta razón en ocasiones buscamos a personas mayores para que nos ayuden, nos aconsejen y nos den recomendaciones para salir adelante, porque ellos seguramente ya han pasado por la situación que estamos viviendo. La experiencia es todo aquello que te va dejando la vida en el transcurrir de los años, gracias a ella maduramos y aprendemos a tomar decisiones más sabias. Tienes una mayor visión de ti misma y del futuro y sobre todo estás preparada para dejar que cada circunstancia te aporte nuevos conocimientos.
2. Has viajado más
No hay mejor forma de conocernos a nosotros mismos, que viajar. Valoramos mucho más todo y descubrimos miles de experiencias y personas que nos ayudan a crecer. Al viajar nos sorprendemos con cosas nuevas, dejamos hábitos, y aprendemos otros. Cuando una persona viaja a un lugar lejano y desconocido, se aleja de su zona de confort y comienza a absorber y a aprender de todo lo que pasa a su alrededor. Puedes ver como la cultura, los pensamientos y la forma de ver la vida de los demás es totalmente diferente a la tuya; esto te aporta madurez y tolerancia.
3. Te conoces más a ti misma
Nunca lograremos conocernos a plenitud, pero si algo es cierto, es que después de los 30 ya has aprendido a elegir lo que quieres y lo que no. Te has levantado de situaciones y problemas difíciles, y has visto que cada día es una oportunidad para empezar de nuevo. Así que ahora, al enfrentarte a cualquier dificultad (como las hay en el matrimonio), es más probable que sepas resolverla de la mejor manera y salir bien librada de todo.
4. Ya disfrutaste tu soltería
Todos necesitamos de nuestro tiempo y espacio, si ya has pasado por momentos de soltería, seguramente has aprendido a estar sola, a divertirte sin pareja y a ver por ti misma en situaciones difíciles. Estar soltera te permite compartir más con tus amigos, salir de fiesta, y en muchas ocasiones también estar sola. Sí, ese sentimiento de soledad que te ha hecho valorar hasta los más pequeños detalles.
5. Mayor estabilidad financiera
Al pasar los 30, normalmente todos ya hemos encontrado nuestro trabajo soñado, o al menos ya sabemos qué estamos buscando. También hay mayor probabilidad de que cerca de los 30 tengas una mejor estabilidad financiera, haber ahorrado y quizá tener el trabajo que querías tener cuando tenías veinticinco años. Es momento de tomar decisiones financieras, manejar un presupuesto y proyectarse hacia los gastos del nuevo hogar.
6. Ya has visto a tus amigas y amigos casarse
¡Así es! Tus amigas y amigos más cercanos ya están pasando por el altar, teniendo hijos, y tú las estás acompañando en este proceso y aprendiendo cómo es organizar una boda, eligiendo tus prioridades y decidiendo por ti misma cuál es el ritmo que deseas tener en tu vida. Aprovecha tus amistades, ríe, llora, comparte y sé siempre leal a tus amigos.
7. Has vivido sola
Seguramente a tus 30 años ya habrás experimentado lo que es vivir sola. Es importante para aprender a organizar tu espacio, saber hacer un súper sin complicaciones y sobre todo ser independiente. Parece algo totalmente simple, pero en realidad al vivir sola aprendes muchas cosas que de otro modo nunca sabrías porque nadie te las enseña. Sobre todo cosas que son muy útiles al vivir por primera vez con tu pareja.
8. Has disfrutado al máximo con tu pareja
Antes de que lleguen las obligaciones del nuevo hogar, conoce, descubre y ama locamente a tu pareja. La gente cree que cuando llega el matrimonio el amor cambia, pero no tiene por qué ser así. Si aprendes a amar en libertad como novios, cuando sean esposos el amor solo aumentará día con día, aprenderán a amar sus defectos, superarán juntos situaciones difíciles y resolverán los problemas con mayor facilidad. Si al casarte ya conoces a fondo a tu pareja, te será más fácil formar un buen equipo con él.
9. Podrás tener la boda de tus sueños
Las parejas que se casan después de los 30, suelen pagar su propia boda. Y no veas esto como algo malo, al contrario, si después de los 30 ya tienes una buena estabilidad económica y pagas tu boda, puedes permitirte tener una boda espectacular, tal como siempre la has soñado.
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Las ventajas de casarte después de los 30 hacen en definitiva, énfasis en la importancia de conocernos a nosotros mismos y realizarnos en muchas áreas de nuestra vida, antes de dar un paso tan importante como lo es casarse. Ya sabes un poco más que te gusta hacer, no quiere decir que ya lo sepas todo, pero si sabes cuáles son tus pasiones. Tu pareja será entonces tu compañero de viaje, de aventuras y aquel quien has decidido amar por siempre.
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