Ya te dio el anillo y estás a punto de dar el gran paso, pero algo adentro de ti te dice que quizá no estés lista para hacerlo. ¿Te suena familiar? Si te identificas con varias de estas afirmaciones, tal vez aún no sea momento de convertirte en “la señora de”. ¡Sé sincera al leer lo siguiente!
- Cambias de opinión de un día a otro
Un día es el hombre perfecto para ti, pero al siguiente, surgen serias dudas sobre si podrías compartir con él el resto de tus días. En pocas palabras: tus sentimientos con respecto a él no son estables, sino muy volubles.
- Evitas ver a su familia
El terror de conocer a su familia ha dado pie a una apatía total por convivir con ella. Si hay una comida familiar, haces lo posible por no ir. Te da flojera convivir con su mamá, su prima y su abuelita. ¡Tienes mejores cosas que hacer!
- Su visión de vida no cuadra con la tuya
Su ideal de vida es tener una esposa que haga la cena y cuide a los niños mientras él trabaja. Pero tú odias la idea de convertirte en ama de casa: quieres trabajar, viajar por el mundo, estudiar una maestría… Si no alcanzan un acuerdo, ¿terminarías por aceptar algo que no quieres? Descubre cómo saber si estás lista para casarte.
- Dudas de su fidelidad
Cuando no está contigo, los nervios te invaden. Lo aturdes con preguntas, revisas su celular, consigues las contraseñas de sus correos y redes sociales… El matrimonio es un acuerdo basado en el respeto y la confianza. Si eres en extremo celosa, quizá debas trabajar con tus emociones antes de comprometerte a estar con alguien más.
- Dudas de tu fidelidad
Le has sido infiel en algunas ocasiones, pero prometes que jamás volverá a pasar una vez que sean marido y mujeres. ¿O tal vez sólo una vez…?
- Temes quedarte sola
No te ilusiona demasiado la idea de casarte, pero te da terror quedarte sola (sobre todo porque te acercas a la edad en que debes “sentar cabeza”). Si vas a dar el gran paso de casarte, es fundamental que sepas estar sola. O, mejor dicho, contigo misma.
- Dudas con frecuencia
La pregunta asalta tu cabeza una y otra vez: “¿estoy lista para casarme?” “¿Y si la riego?” “¿Y si él no es el indicado para mí?” Dudar es natural, pero si sucede con demasiada frecuencia, tómalo como una señal de alerta. Toma nota de estas preguntas que toda novia debe hacerse y responderse antes de la boda.
Entonces, ¿estás lista o es momento de pensarlo mejor?
Autor Invitado:
Paulina Santibáñez
www.nupciasmagazine.com
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