Cuando el verdadero amor llega a nuestras vidas, es casi imposible recordar cómo éramos antes, con qué soñábamos cuando estábamos solos. Porque el amor abre tantas puertas y muestra tantos caminos, que hace parecer que antes de él no existía nada más. Esta es la historia de amor de Pamela y Eric. Una pareja tan bonita, que parece que fueron creados para estar juntos por siempre.
El día más soñado por ambos, fue por mucho tiempo el día de su boda, para ellos todo debía ser perfecto. Y lo fue. Cada detalle fue único, el tempo simplemente perfecto, cada minuto parecía eterno y cada sonrisa grabada para la eternidad. Emmanuel Villa fue el encargado de capturar los momentos más especiales de esta boda y su cámara fue testigo de instantes irrepetibles.
Los novios
Los looks de Pamela & Eric fueron muy especiales. Pamela portó un vestido de novia de corte princesa con falda voluminosa de tul, que parecía flotar sobre las olas del mar. El maquillaje de la novia estuvo en manos de Paloma García. El peinado de novia elegido por Pamela fue un recogido con velo a la altura de la nuca que adornó con un tocado de estilo vintage.
El traje de novio de Eric fue elegido pensando en su estilo y en sus gustos. Fue un traje de tres piezas, con saco, chaleco y pantalón en color azúl eléctrico. Los accesorios de novio fueron una corbata en color vino, a juego con los zapatos de la novia y con algunos detalles de la boda, además de unos zapatos de novio en color miel y el boutonniere también con toques color burdeos.
La celebración
El gran día de Pamela & Eric estuvo organizado por Mar Ibarra Wedding Planner & Events, quien cuidó hasta el último detalle para que todo fuera inolvidable. La decoración de las mesas del banquete fue sencilla pero muy bonita, todo en blanco con detalles en color burdeos. Y La sorpresa de la noche, los fuegos artificiales que emocionaron a todos los invitados.
Emmanuel Villa nos cuenta cómo se vivió este gran evento desde su visión de fotógrafo de bodas:
“El gran día de Pamela & Eric tuvo una ceremonia muy cálida y con clima perfecto para la ocasión. Los novios fueron muy selectivos al momento de elegir a sus invitados ya que sólo contaron con 100 personas. La ceremonia religiosa tuvo lugar en una capilla ubicada en el Hotel Crown Paradise Club Puerto Vallarta y la recepción se celebró en un muelle de ensueño dentro del mismo hotel. Se disfrutó de un ambiente muy acogedor y relajado ya que la mayoría de los invitados eran amigos cercanos y familia. Al día siguiente, la tornaboda fue espectacular. Una fiesta en un bote, donde nos llevaron a presenciar la belleza de los lugares de Puerto Vallarta”.
Ojalá que esta increíble celebración, te inspire para hacer realidad la boda de tus sueños. Y que cada detalle de tu gran día sea exactamente como lo has deseado.
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