Para Saúl García se fotógrafo de bodas y autodescribirse no es una tarea sencilla, porque siempre es él quién está detrás describiendo y contando una historia y es que en eso consiste su trabajo, en transmitir y contar historias de amor, en ser un testigo silencioso de la felicidad que puede llegar a experimentar una pareja en un día tan importante como es la boda. Para él, hacer lo que le gusta y apasiona no es cumplir un trabajo sino un completo privilegio y es así como entiende la fotografía de boda, como un privilegio del que es parte. La fotografía es su verdadera inspiración y lo hace ver que en la vida todo siempre va a depender de la perspectiva con la que lo mires.
“Para mí, la fotografía es una arte y como cada arte tiene sus tendencias, es subjetiva, audaz, sublime, dramática y divertida, en una sola toma se pueden fusionar todos estos adjetivos haciendo de ese click un micro instante que siempre podrás recordar”. Estar en una boda es tener la posibilidad de contar una historia desde otra perspectiva y hacer que cuando las veas puedas viajar en el tiempo.