Lejos del servicio estandarizado, en la Hacienda de San Antonio ubicada en Comala, te recibirán los que han trabajado para la familia Goldsmith (propietaria del hotel) desde hace años. Es una experiencia sacada de las postales del siglo XIX. El volcán enmarca tu vista con los jardines interminables y la casona elegante.
Aquí te sentirás como un hacendado de antaño o un huésped de súper lujo. Cada suite tiene un nombre diferente y un estilo propio. Los techos de bóveda y las grandes chimeneas las definen. Es un lugar para pasar una luna de miel completamente relajada, lejos de cualquier bullicio urbano. Aquí realmente puedes desconectarte del siglo XXI.
La Hacienda tiene muchas actividades al aire libre para disfrutar: caminatas por los terrenos; una piscina al aire libre, de 30 metros, ideal para pasar una tarde soleada; para los más activos está la bici de montaña que incita a recorrer los alrededores, incluidas las hortalizas y las lagunas; si eres más intrépido puedes pedalear hasta el Volcán o quizá te interese más organizar una cabalgata a la finca cafetalera (durante la cosecha de diciembre a abril puedes observar el proceso completo).
Esta hacienda es incríblemente linda. Muy amplia y especial.