Toda boda es especial porque deja un mágico legado fotográfico, donde podemos ver todas las tonalidades del amor en su máxima expresión. Este es el caso de Sonia y Héctor, quienes nos dejan entrar a su magnífica historia llena de amor e ilusión.
Detrás de la lente que retrató hasta el más mínimo detalle se encuentra el fotógrafo
Fer Juaristi, en donde podemos ver la gran calidad fotográfica, lo mejor de todo es que te logra transportar hasta el gran día de Sonia y Héctor, haciéndote parte de los invitados de la celebración nupcial.
- Vestido por aquí, sombra por allá.
El vestido que eligió Sonia fue un corte sirena mostrando su lado más tierno, con un escote strapless acentuando su figura, sin dejar de lado la pedrería en color blanco y plata que hizo un perfect match con los detalles en encaje que tiene todo el vestido.
En cuanto al maquillaje, éste fue muy delicado y hermoso, destacando su mirada y ese brillo tan peculiar que reflejaba una tremenda ilusión, enamorándonos a todos.
El peinado de la novia fue un recogido tradicional, acompañado por un tocado elegante y sencillo, creando una perfecta armonía.
- Fotos y más fotos.
La sesión de fotos fue algo súper innovador, por lo que no vimos jardines o playas, sino que la locación fue entre montañas e imponentes llanuras que dieron la perspectiva de que el cielo estaba más cerca de lo que creíamos, y que el amor estaba en el aire.
Otro factor único en las fotos fueron los amplios espacios, que nos dieron a entender que las fábricas y los detalles industriales combinan perfecto con el encanto que derrocha el vestido de Sonia y la elegancia de Héctor.
Definitivamente, la sesión fotográfica fue encantadora por todo el amor que se ve reflejado en cada parte de esta hermosa historia, no hay milímetro que no contenga ilusión y ganas de amar.
- Ternura, cariño y mucho amor.
La recepción que se vivió fue muy intima y romántica, entre sonrisas, abrazos sentimentales, muecas de los niños y luces sutiles que sirvieron para iluminar a los familiares, amigos y pareja.
La locación para reunir a todos los invitados fue en un amplio jardín, acompañado de luces colgantes y una ambientación muy agradable, para hacer sentir cómodos a todos.
En cuanto al primer baile fue muy emotivo y divertido, una experiencia melódica para todos los sentidos, en donde la perfección fue absoluta y la atención recayó en la pareja increíble que forman Sonia y Héctor.
Pudimos sentir que los finales felices existen en la vida real y están acompañados de las personas que más queremos. Sin duda, Fer Juaristi logra enamorarnos de pies a cabeza con tan divinas fotos y recuerdos asombrosos de una noche llena de momentos memorables.
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