Las situaciones de ajuste suelen ser un parteaguas en la vida de cualquier ser humano. Aunque el simple hecho de decir “Sí” a un compromiso parece lo más hermoso, también estamos conscientes de que es un paso que nos mueve todo el mundo en tan sólo segundos. A veces, con toda la emoción y la adrenalina a tope no nos detenemos a pensar y a reflexionar en el camino que estamos a punto de iniciar y, cuando llega ese momento de silencio e introspección, las dudas también lo hacen. Si te ha pasado, entonces sabrás perfectamente a qué nos referimos, y si aún no has llegado a ese punto, sigue leyendo y descubre si son normales (o no) las dudas antes de casarte.
¡Se acerca la boda!
Puede que haya momentos en el que el día de la boda lo veas súper lejano, pero de repente, quién sabe cómo, la boda cada vez está más cerca y tienes que estar preparada para ese momento decisivo. Aunque parece que la boda es lo más fundamental, la realidad es que lo bueno viene después con el inicio de tu matrimonio y la aventura que iniciarás con el amor de tu vida; con aquella persona a quien le has entregado todo por completo. Puede ser que todo parezca igual y que tu vida marche de la misma manera, pero cuando te des cuenta de que el gran día se acerca, los cambios a nivel emocional empezarán a hacerse presentes.
Todo lo anterior es completamente normal, y es que no estamos preparados al 100% para cambiar nuestro estado civil. La soltería no se compara en ningún punto con la vida en matrimonio, por lo que es común que te asalten las dudas, que lleguen las preocupaciones y esa sensación de ansiedad en el estómago. Es posible que te replantees todo, que te preguntes si realmente estás preparada para dar un paso tan significativo, o bien, si debiste pensarlo mejor antes de aventarte a la aventura que te transformará por completo. ¡No te espantes! Es súper normal. También lee: Cómo saber si estoy lista para casarme.
Dudas vs Reflexión
Como ya lo mencionamos anteriormente, es muy normal que las situaciones de ajuste nos pongan todo un escenario en perspectiva, pero también debemos identificar las emociones que acompañan a esa incertidumbre normal previa al matrimonio. El hecho de que esta decisión sea un tema crucial en tu día a día sólo refleja la importancia que le das al mismo y que, por supuesto, no te lo tomas a la ligera o como algo sin trascendencia. En conclusión: al hacer una pausa y pensar en todo lo anterior, sólo señala que empiezas a hacer consciencia sobre los cambios que habrá en tu vida.
Conocerte, hacer un silencio, plantearte preguntas y analizar un panorama entero puede ser tu mejor aliado, sobre todo si esa situación te está causando estrés, dudas o algún desequilibrio importante. Piénsalo de este modo: si no te das el tiempo de ver hacia tu interior, entonces nunca podrás estar segura al 100% sobre la decisión que estás tomando y, lo más seguro, es que caigas en un círculo vicioso de ansiedad y muchísimas dudas. ¿Nuestro mejor consejo? Tómalo con calma, porque al final de cuentas estás a punto de dar uno de los grandes pasos en tu vida. ¡Piensa en positivo!
¿Por qué llegan las dudas?
Estamos acostumbrados a pensar que si dudamos de algo, lo mejor es hacerlo a un lado y borrarlo de nuestra mente. La realidad es que la duda nos ayuda a poner todos los panoramas en una perspectiva más clara. Es como si te estuvieras autoevaluando en una de las materias más profundas de la vida, es justo ese momento en el que descubres que más allá de los contrastes entre el blanco y negro también existe una escala de grises que llena de matices todo, la duda te invita a concebir un mundo de muchísimas posibilidades. Por eso es una emoción tan natural en el ser humano, ¡y mucho más en una novia!
Ahora, es muy importante que te fijes en el resultado de la duda. De entrada, el cuerpo es un genio y tu mente también, así que por más que dudes, si estás segura del paso que vas a dar, entonces ni un millón de preguntas quitarán tu dedo del renglón. Sin embargo, si la duda persiste y te roba la calma, lo primero es que no debes espantarte ni echar todo por la borda, sino calmarte y hablar con tu pareja para saber en qué canal están los dos. En serio, no creas que cambiar tu decisión en un momento de duda será lo mejor, mucho menos si estás pasando por una etapa de mucho estrés. Lo ideal es que te tranquilices, que tomes las cosas con calma y que hables sobre los sentimientos que están pasando por tu cabeza. No tengas miedo a ser sincera con el amor de tu vida, porque pase lo que pase, ¡siempre entenderá y velará por tu bienestar! Si lo haces así, lo único que puedes esperar es que tu relación se vuelva más fuerte de lo que alguna vez imaginaste.
Ver hacia adelante
Aunque mucha gente le tiene pavor a tener dudas o incertidumbre (créenos, nosotros también nos sumamos a la lista), la realidad es que esos puntos de inflexión son, en la mayoría de los casos, las oportunidades más vitales para que tu vida tome una nueva fuerza y un mismo camino. Los obstáculos o las pruebas, en muchas ocasiones, nos enriquecen y, contrario a lo que podrías creer, nos dan otra perspectiva y mayor madurez para enfrentar y disfrutar de todas nuestras decisiones. Así que, cuando llegue la duda… ¡Aprovéchala y crece con ella! También lee: ¿Relación perfecta? No existe y eso no importa.
Tu boda será un gran paso, pero no por ello debes tenerle miedo cuando lleguen las dudas. Aprende a conocerte, pero también deja de cuestionarte y escucha a tu corazón para saber qué es exactamente lo que buscas y cómo lo quieres tener. Una vez que lo logres, ten por seguro que vas a disfrutar de tu experiencia pre boda ¡al máximo! También te recomendamos: Descubre qué tipo de mujer eres con esta lista de personalidades, ¿Qué tipo de amor los caracteriza como pareja? y Las 25 frases más hermosas sobre el matrimonio.
Fotos de Aniela Fotografía, Mon Trujillo, Cristina Civallero, Arturo González, Kape Photography
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