En las palabras de Sam Keen, “Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta”, así es el amor y es así como empieza cada nueva historia y cada matrimonio. En esta real wedding te presentamos a una pareja excepcional, Ana María y Víctor. Una boda llena de color y muchísimo amor.
La novia… ¡Hermosísima!
Ana María lució espectacular en este día tan especial. Realzó su linda silueta con un vestido de novia divino. Un vestido con escote de corazón en un delicado y bello encaje, que también se distinguía por llevar un impresionante escote en la espalda. Lució un maquillaje súper natural y un peinado increíble, recogió su pelo en un chongo súper romántico y lo detalló con algunas flores blancas como tocado. Una mantilla de tul fue el detalle perfecto para terminar con look súper femenino y romántico.
La novia eligió vestidos de fiesta en color rojo intenso para todas sus damas. Un color que apasiona y que resultó en un juego de contrastes espectacular. La novia sobresalía de entre todas ellas de la forma más hermosa posible.
El novio… ¡Digno de la ocasión!
Víctor optó por vestir con un tradicional traje para novio en color negro y optó por lucir accesorios, como el chaleco y la corbata, en un color gris satinado. Se veía guapísimo de pies a cabeza, digno de tan especial ocasión y luciendo de la mejor manera con su esposa en brazo.
La ceremonia religiosa… ¡En una iglesia divina!
La iglesia de santa Teresita del niño Jesús fue el lugar en donde los novios unieron sus vidas antes los ojos de Dios. Fue una ceremonia hermosa y llena de detalles sublimes. El lugar se veía hermoso todo decorado con lilys blancas y muchas rosas del mismo color, las flores nunca pueden estar de más, había arreglos de todos tamaños, desde el altar hasta el gran pasillo por donde desfilaron. Los candelabros y la majestuosidad del retablo hicieron que la decoración de la iglesia fuera perfecta ¡en todo sentido! Sin duda, nos encantó.
La recepción… Sencilla pero elegante
La sencillez nunca puede estar de más, bien dicen que menos es más y es así como Ana María y Víctor eligieron el Hotel St. Regis, en la ciudad de México, para celebrar tan linda y especial ocasión. Un lugar hermoso llenos de grandes ventanales y enormes candelabros que dejarían a cualquiera boquiabierto y con una vista que domina las bellas calles del Paseo de la Reforma. Sus amigos y familiares se reunieron ante tan increíble ocasión para darles los mejores deseos a la feliz pareja en esta nueva etapa de sus vidas en la que dejaron de ser dos para ser uno.
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Fotografías cortesía de: Antonio Saucedo | Locación: Hotel St. Regis | Música: Los Espectaculares | Decoración: Florestta
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