Dicen que la perfección no existe. Yo soy de la idea de que cada quien la define de acuerdo con sus propios ideales, y qué mejor que hacerlo con la ayuda de esa compañía idónea con la que camines por una eternidad, ¿o no? La boda de Patty y David me encanta por muchas razones: primero que nada por el amor al arte que comparten estos novios; en segundo lugar por la personalidad que se hizo presente en cada uno de los detalles de su gran día y, por supuesto, por ese amor inconfundible que se hace presente con las sonrisas más grandes, las lágrimas de alegría y esas miradas que, sin quererlo, roban el aliento. Te invito a que descubras todos los pormenores de una boda en donde el color rosa, los tintes rústicos y una mezcla de detalles vintage se convirtieron en la mezcla perfecta. ¡Te encantarán las fotografías de Fernando Caballero!
De tul, encaje y un poco de brillo… ¿Por qué no?
Rompiendo por completo la tradición del vestido “de pastel”, Patty se vio increíblemente guapa en un vestido de novia en línea A, un diseño muy elegante con escote ilusión con bordados de encaje; como accesorio, nada tan acertado como un cinturón para novia cubierto de pedrería. Para acompañar su estilismo se decantó por un precioso recogido de novia, un estilo clásico y atemporal que acompañó con un velo confeccionado en tul y un tocado de novia. Sin duda alguna, la mejor de las sorpresas fue el par de tenis que eligió para disfrutar al máximo del gran día y, por supuesto, un increíble anillo con tintes vintage y un efecto en tono aguamarina gracias a la luz. Sus damas de boda lucieron lindísimas con vestidos en colores distintas variantes de rosa. Finalmente, el ramo de novia se acompañó de especies en tonos blanco y rosados, así como una dosis sutil de follaje, bajo un diseño silvestre y a tono con el estilo de su gran día.
Que nuestro amor suene para siempre
Después del arreglo de ambos, Patty y David se prepararon para la ceremonia religiosa. Algo que llamó mi atención fue que los dos no se vieron hasta ese momento, uno de los detalles más románticos a mi parecer. La novia caminó hasta el altar del brazo de su padre y anticipada por la compañía de los pajes que anunciaban su pronta llegada. La decoración cobró vida en un marco blanco, con una decoración de velas y arreglos florales en donde el rosa fue protagonista. Un candelabro y el retablo adornado con textiles suaves fueron parte fundamental de esta ambientación romántica e idílica para dar el “Sí, acepto”. Después de intercambiar los votos y compartir los símbolos tradicionales, Patty y David salieron de la iglesia como recién casados bajo una lluvia de sonidos de cascabel, sonrisas y una ola interminable de emociones.
Amor con efecto rústico
Los novios e invitados se dieron cita en el lugar de la recepción, en donde la atmósfera resultó fascinante. Una decoración con estilo rústico fue fundamental para concebir la estética perfecta de esta boda, aunque no faltaron los detalles vintage en texturas de madera y efectos de época para crear un estilo fuera de serie. Los centros de mesa se acompañaron de pequeñas bases de metal, en donde los follajes y las flores en tonos rosados se complementaban a la perfección, al mismo tiempo que las velas en color blanco marcaban un efecto contrastante de ensueño con las texturas de las mesas. Las sillas crossback fueron ideales para acompañar el ambiente, así como la paja y los guacales. Por supuesto que no podía dejar de mencionar los detalles con suculentas y bordados de encaje para acompañar la decoración de las mesas del banquete.
Para hacer más especial esta boda, qué mejor que un primer baile de esposos adornado por jaulas y faros de luces que alimentaban la calidez y el romanticismo de estos minutos. Las luces de bengala no se hicieron esperar y, por supuesto, fueron las aliadas por excelencia para crear fotografías perfectas. ¡Wow!
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Fotografía: Fernando Caballero | Banquete y Decoración: Alfredo Globimagic | Detalles de madera: La estuchería | Maquillaje y peinado: Jimena Duarte | DJ: Carlos Waza
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