Si algo tenemos muy claro es que, para el amor, no hay edad, y mucho menos para decidir compartir tu vida con otra persona. Esa idea de que antes de los 25 debes estar felizmente casada es completamente errónea, aunque bueno, la verdad es que hoy en día muy pocas personas se preocupan por cumplir esa “regla” establecida por la sociedad; sí, ese miedo de quedarse solteronas antes de los treinta ha quedado en el olvido, ¿la razón?, cada vez vemos más bodas de parejas de 30, 40 años o más. Así que no te preocupes por tu edad si es que todavía no has llegado al altar, y mejor toma nota de las diferencias que hay en casarse a los 20, 30 o 40.
Índice de contenido:
1. Casarse a los 20
¿Ventajas? Sin duda alguna, la emoción de casarte a esta edad se vive a flor de piel; y la verdad es que no hay nada como los 20 para disfrutar al máximo todo tipo de aventuras, momentos y situaciones; incluso, esta es la edad plena de la juventud, razón por la cual gozamos de una capacidad física mucho más óptima, ya sabes, es la edad en la que nos queremos comer al mundo a bocados.
La lista de invitados debería ser relativamente reducida –aunque sabemos que no siempre es así–, sobre todo si ustedes pagarán la boda, pues muchas veces a esta edad todavía no tienes una vida económica cien por ciento estable. Y como sabes que de ahora en adelante todos los gastos correrán por ustedes, más vale que tengan un buen guardadito para cualquier imprevisto. En Zankyou consideramos que es mejor invertir es su luna de miel o en su nueva casa y no precisamente en tener una boda masiva. Recuerda que también en el mundo nupcial muchas veces menos, es más.
Los 20 es la década en la que una persona conoce la realidad de la vida y todo lo que esta conlleva: los fracasos, la lucha diaria, las desilusiones y éxitos, así que de ahora en adelante se convertirán en los mejores compañeros para recorrer este camino mejor conocido como vida.
¿Desventajas? Amigos, compañeros, conocidos; todos ellos formarán parte de su lista de invitados, olvidándose de que a veces la boda no lo es todo y dejando a un lado lo que realmente importa: los gastos de la nueva vida que comienzan. Sí, sabemos que estás emocionada por llegar al altar, sin embargo es importante que, a pesar de que estés en los 20, pongas todo en una balanza y realmente pienses a futuro y a conciencia de la nueva etapa que están a punto de empezar.
2. Casarse a los 30
¿Ventajas? Si llevas trabajando desde los 20, es muy probable que tu vida profesional y económica ya sea muy estable; de hecho, para ese entonces seguramente ya sabrás manejar tus finanzas a la perfección.
Por otro lado, es muy probable que muchas de tus amigas ya se hayan casado, así que para ese entonces ya serás una experta en el tema de bodas y matrimonio, sobre todo si has aprendido de sus errores.
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Los 30 también es la edad de la estabilidad emocional e incluso de la madurez –bueno, por lo menos sí para mucha gente–; en esta etapa podrás compartir más intereses con tu pareja, estarán en una etapa de afianzamiento personal en lugar de descubrimiento personal. Será más fácil ponerse de acuerdo en todos los detalles de organización de la boda, tales como la fecha, los invitados, el lugar, el tipo de celebración, etc.
La posibilidad de divorciarse es más baja, de hecho disminuye conforme cumplimos años, una tendencia que ha ido creciendo en esta última década, en la que cada vez más personas entre 50 y 60 años deciden contraer nupcias.
¿Desventajas? La luna de miel ya no será tan especial, o por lo menos no la esperarán con tantas ansias. ¿La razón? Es probable que a esa edad ya hayan hecho uno que otro viaje inolvidable. Claro que su primer viaje como esposos será algo increíble, sin embargo, muy diferente a la luna de miel de una pareja que se casa a los 20.
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3. Casarse a los 40
¿Ventajas? Para este momento de la vida, tú ya habrás tenido varias relaciones, habrás viajado, conocido muchas personas, culturas, formas de ver la vida; habrás aprendido de tus errores y tendrás ideas o proyectos cien por ciento tuyos.
Cada detalle de la boda estará perfectamente pensado, pues sabrás exactamente qué es lo que quieres y el tipo de celebración nupcial que deseas tener. Aquí las pretensiones quedarán fuera de lugar, razón por la cual podrás tener una boda diferente, a tu antojo y con la temática que quieras. A los 40 ya no te importará romper las reglas y mucho menos las opiniones de los demás; la palabra compromiso no te asusta, pues estás súper dispuesta y consiente de lo que es compartir tu vida con otra persona.
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¿Desventajas? Existe la posibilidad de que algunas personas que quisieras que estén contigo en este gran día no asistan, ya sea porque tengan hijos, compromisos, porque vivan en otro lugar, o simplemente porque se complique un poco tomarse el día entero para ir a una boda, pues la vida en general se va haciendo más difícil conforme vamos creciendo.
A lo mejor recibirás críticas poco constructivas, pues no hay mucha gente acostumbrada a ver parejas que se casen a los 40; pero no te preocupes, es tu gran día y tanto tú como tu pareja son los únicos que pueden decidir cómo, cuándo y por qué.
No olvides que cada cabeza es un mundo y lo que le funcione a los demás no significa que también tenga que funcionar contigo, olvida las reglas porque cuando estés lista para casarte con el amor de tu vida, la edad será lo de menos.
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