El momento en el que se parte el pastel es clave en la recepción y la boda en general, es evidente que tu fotografía de bodas deberá capturarlo y ¡claro que así será! Ninguna otra tradición de bodas depende tanto de la emoción como aquella del partir el pastel, y lo más seguro es que brindará imágenes memorables. Captura la partida del pastel en tu fotografía de bodas y diviértete con unas lindas tomas.
Lo que convierte el partir el pastel en algo increíble es que en ese momento las reglas salen volando por la ventana y nadie las sigue en lo absoluto. Quizá hayas llegado a un acuerdo con tu pareja sobre hacerlo de forma clásica y sin que nadie salga embarrado, pero en el calor del momento quizá salga tu niña interior y todos acaben gozando de una lluvia de glaseado. Y eso será en definitiva inolvidable.
Incluye todos los detalles en tu fotografía de bodas y no olvides capturar la partida del pastel para que todo sea aún más divertido.
Por supuesto debes obtener una buena cantidad de imágenes previas del paste, ya que seguramente mucho trabajo se dedicó a él, tanto en la elección como en la decoración y siempre hay que guardar esos recuerdos; algunas novias incluso congelan una rebanada para la posteridad. Pero una vez que los cuchillos estén en manos de los nuevos esposos es cuando la fotografía de bodas debe poner especial atención a lo que pasará a continuación.
Para que tus fotos tengan un mayor impacto, conoce todas las características de la fotografía de bodas en blanco y negro o a color. Y tú, ¿cuál prefieres?
La personalidad de la pareja marca el momento de partir el pastel; es cuando sus verdaderos “yo” salen a relucir y toman el escenario, todos los ojos están sobre ellos y pueden ser totalmente libres de hacer lo que quieran con ese pedazo de pastel en sus manos. Aunque para muchos novios embarrar a la novia les aseguraría pasar la luna de miel en el sofá, no en todos los casos es así. Algunas novias son las primeras en iniciar una guerra de comida y dejarse llevar por la emoción.
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No temas dejarte llevar y que las piezas caigan donde tengan que caer, al fin y al cabo es tú día y mereces relajarte y disfrutar cada segundo. Si prefieres hacerlo de manera más pulcra y así asegurarte de que tu vestido no será víctima de un “trash the dress” anticipado, también será algo que jamás podrás olvidar. Sé tú misma y no olvides saborear ese pastel, seguramente jamás probarás algo tan dulce.
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