Es un hecho que cada boda es distinta, pero en todas ellas existen varias situaciones que se repiten constantemente y en escenarios muy específicos. Uno de estos grandes momentos es la barra libre del gran evento. ¿Quién es el protagonista? Nuestro gran amigo (o enemigo): el alcohol. Mientras este se ingiere, las personas llegan a platicar todo aquello que no expresarían durante un estado pleno de sobriedad. A pesar de que no siempre se lleva durante la “Happy Hour”, nos referimos al tomar sin límite durante el gran día B. Estas son algunas de las pláticas más famosas que pasan en la boda mientras circulan los shots.
Uno
– (en tono bajo) Oye, no voltees a ver al mesero, que crea que eres mayor de edad.
– ¡Crap! ¿Qué tomo? ¿Un tequila?
– ¡Corramos! Mi tía viene hacia acá.
Dos
– ¿Alguna vez has escuchado que muchas relaciones comienzan con alguien que conociste en una boda?
– ¡Claro! Justamente así conocí a ese guapetón que viene hacia acá: Mi marido.
Tres
– (Momento de alcoholemia total) ¡Felicidades prima! Sé que serás muy feliz en tu matrimonio… ¿Y yo? (haciendo drama) ¡Ya piso los 30 y nada!
– Tranquila hermosa. Seguro el hombre perfecto llegará, mírame a mí.
– ¿Cuándo? Me quedaré cuidando a mis padres y miles de gatos.
Cuatro
– Deseo que les vaya bien. No como a mí… ¿Para qué casarse?
– Ya supéralo hermano. Ya van 3 años y sigues en lo mismo.
– Qué importa, a todos les pasa.
– Tranquilo, te pasó a ti, pero seguramente ellos serán felices.
Cinco
– Mamá, para de tomar ¿No crees que ya se te pasaron las copas?
– Basta, no me regañes que soy tu madre.
Seis
– ¿Crees que el torito dé positivo? Yo creo que no, después de todo lo que hemos comido.
– No estoy segura, después de 8 vinos no podría asegurarlo.
Siete
– Desde pequeños he estado enamorado de tu hermana. Por favor no se lo digas, sinceramente me avergüenza.
– ¿Y vergüenza no te da al decirlo justamente cuando acaba de casarse?
Ocho
– ¿Sabes cómo quedo el partido? Qué lástima que nos lo perdimos.
– No lo sé, estaba bastante ocupado en el altar diciendo “acepto”. Pregúntale al mesero.
Nueve
– ¿Ya viste? No sé cómo se le ocurrió venir así a la boda.
– ¡Shhh! Te va a escuchar. Ahí viene.
– Oye, ¡qué guapa te ves!
– Mil gracias, niñas. No saben, jamás imaginé que mi boda sería tan mágica.
Estos son solo algunas de las joyas que podrán encontrar durante el banquete o barra libre de las bodas, sobre todo cuando no hay límite en los drinks. Puede que seas la protagonista de alguna de estas conversaciones, así que, sin importar el alcohol, busca dejar tu sello ¡siempre mostrando tu buena educación y sin beber hasta rebasar el límite!
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Foto de Pablo Saracho
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