Idear una boda hermosa es el sueño de todas las novias: conseguir una locación encantadora, una vestido perfecto y la mejor decoración son parte de los comunes denominadores de una celebración única. Para llenarte de inspiración, la boda de Ale y Armando nos lleva a un mundo mágico, en donde la cercanía familiar y una historia de amor nos roba más de un suspiro. No pierdas detalle de esta boda tan exquisita en Jardín Casa de Piedra.
- El look de novia
Ale nos encantó con un estilismo precioso. Un vestido de novia de Rosa Clará fue el elegido para marcar una imagen romántica, tradicional y clásica. El modelo destacaba por tirantes, cuello uve, plisados en la cintura y una falda de caída exquisita confeccionada en tul de seda. ¿La sorpresa? Un moño integrado en la parte posterior con apliques de ensueño. El maquillaje sorprendió por su enfoque en la mirada y labios en tono rosado, mientras que el peinado se conformó por un recogido bajo perfecto para la ocasión.
- El look del novio
Armando se decantó por un estilo más tradicional, en donde un frac en color oscuro armaba el marco perfecto de su imagen clásica. A este se le añadieron una camisa en color blanco y una pajarita de diseño elegante. Los puños de la camisa, adornados con una mancuernillas muy lindas, fueron el toque idóneo para que luciera espectacular.
- La boda civil
Antes de acudir a la ceremonia religiosa, los novios se dieron cita en un elegante patio para dar paso a la boda civil. En ella sólo destacaba la presencia de los amigos y familiares más cercanos, quienes pudieron admirar la esencia romántica que brotaba de Ale y Armando. Después de firmar y comprometerse ante la sociedad como marido y mujer, los novios disfrutaron de unos momentos de calidad con los asistentes. Todo ello para dar paso a uno de nuestros momentos predilectos…
- La ceremonia religiosa
El recinto ¡nos dejó boquiabiertos! Una infraestructura alzada con la imponencia de un lugar mágico: arcos y columnas que nos invitaban a un palacio fantástico, un altar con detalles inspirados en el barroco y la precisa integración del color dorado en los acabados. Los techos altos, sinónimos de la más pura majestuosidad, anunciaron la llegada de los novios con sus padres. La celebración se realizó bajo un rito tradicional católico, en donde la entrega de los símbolos, un mensaje de amor y la entrega por completo fueron los ingredientes esenciales de una fase sin igual.
- La recepción
Si hay algo que nos fascina de las bodas mexicanas es el enfoque en los detalles. El Jardín Casa de Piedra brilló a la distancia por un techo que mostraba textiles exquisitos con plisados, candelabros de cristal y una corona de flores blancas que se alzaba justo por encima de la pista de baile. Los novios disfrutaron de las miradas de todos para inaugurar la celebración con un baile de novios; después los padres se dieron cita para bailar con ellos y disfrutar de unos segundos muy significativos. Al término, todos los invitados se propusieron hacer brillar la pista con sus mejores pasos. ¡Súper divertido!
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Fotografía: Ana Luisa de la Torre | Locación: Jardín Casa de Piedra
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